1. Invertir juicios.
Intente darse cuenta de cuando está juzgando o criticando a alguien por algún motivo. Por ejemplo, en la cola de una tienda de comestibles, usted podría impacientarse y pensar que la persona que hay delante de usted es desaliñada y maleducada. Rápidamente invierta su juicio y pregúntese: ¿Es eso igual de verdadero sobre mí? ¿Soy yo maleducado? (¿Lo soy algunas veces; Con otros – o conmigo mismo?) ¿Soy grosero en mi interior cuando pienso que ellos son groseros?
Sólo hay tres tipos de asuntos en el universo: Los míos, los tuyos, y los de Dios. ¿De quién es asunto si ocurre un terremoto? De Dios. ¿De quién es asunto que su vecino tenga un césped descuidado? De su vecino. ¿De quién es asunto el que a usted le enoje que su vecino tenga un césped feo? Suyo. La vida interior es así de simple.
3. Permanecer en los asuntos de nadie.
Tras trabajar en la práctica de permanecer fuera de los asuntos de los demás, trate de permanecer igualmente fuera de sus propios asuntos. No se tome demasiado en serio cualquier cosa que crea que sabe sobre usted mismo. “¿Soy sólo este cuerpo físico?” ¿Es cierto eso? ¿Puedo tener la absoluta certeza de que es verdad? ¿Por qué paso al mantener esa creencia? Hay una creencia extendida que somos nuestros cuerpos y moriremos. ¿Quién sería sin esa creencia?
4. “Desprenderse” de su cuerpo / su historia
Intente hablarse así mismo por un tiempo en tercera persona en lugar de “yo” o “a mí me…”.
5. Hablar en tiempo presente.
Llegue a ser consciente de cuán a menudo sus conversaciones se centran en el pasado o el futuro. Dese cuenta de que verbos utiliza: Fue, hizo, será, irá, etc. Hablar del pasado en el presente es volverlo a despertar y recrearlo completamente en el presente en nuestras mentes, y entonces nos perdemos lo que está presente para nosotros ahora. Hablar del futuro es crear y vivir con una fantasía. Si quiere experimentar miedo, piense en el futuro. Si quiere experimentar vergüenza y culpabilidad, piense en el pasado.
“Fregar los platos” es una práctica para aprender a amar la acción que tiene delante de usted. Su voz interna o su intuición le guía durante todo el día para hacer cosas simples como fregar los platos, conducir para ir a trabajar, o barrer el suelo. Permite la santidad de la simplicidad. Escuchar su voz interna y después actuar siguiendo sus sugerencias con absoluta confianza crean una vida más graciosa, libre de esfuerzos, y milagrosa.
El cuerpo es la voz de su mente, y le habla con movimientos físicos como contracciones musculares – como tics, punzadas de dolor, cosquillas y tensión, por nombrar unos pocos. Vuélvase consciente de cuán frecuentemente usted se quita la paz o la quietud. Practique la quietud y deje a su organismo decirle donde su mente se contrae, no importa cuán sutil pueda ser la tensión. Cuándo advierta una sensación, indague dentro, “¿Qué situación o pensamiento contraído provoca esta sensación física? ¿Estoy desalineado con mi integridad en esta circunstancia, y si es así, dónde? ¿Estoy dispuesto a dejar ir esta creencia o pensamiento que provocan esta contracción de mi cuerpo?” Escuche y permita que las respuestas le guíen, y regrese a la paz y la claridad interiores.
8. Informarse a si mismo
Este ejercicio puede ayudar a sanar miedos y temores. Ejercítese en informarse a si mismo de los acontecimientos en los que se encuentra inmerso como si se tratase de un hecho noticioso del que usted es el reportero.
9. Escuchar literalmente.
Ejercítese en escuchar a los otros en el sentido más literal, creyendo exactamente lo que oye, y haga todo lo que pueda para resistirse a caer en sus propias interpretaciones sobre la información que comparten con usted.
Hable literalmente. Diga lo que quiera decir sin justificarse, sin deseo alguno de manipular, y sin preocuparse por cómo puedan interpretar sus palabras. Practique el no tener cuidado. Experimente la libertad que esto trae.
11. Observar el juego
Imagínese en un balcón, observando su drama favorito sobre usted y lo que le aflige.
Mire la historia en un escenario debajo. Advierta de que modo ha sido representado centenares de veces, quizás miles. Obsérvelo hasta que llegue a estar aburrido.
12. Observar una segunda versión del juego.
Describa su historia desde los ojos y la mente de otro. Escriba tantas versiones distintas con tantos resultados diferentes como guste. Advierta que nota.
Si se encuentra haciendo hincapié en un pensamiento negativo, ejercítese en ir al extremo positivo opuesto o polaridad. Cuando se encuentre de nuevo deslizándose en la negatividad, escoja otra vez regresar a la polaridad positiva y esté presente en su elección conscientemente; Sienta la verdad de ella.
14. Proceso de amarse a si mismo.
Haga una lista de todo lo que ama de alguien y compártala con ellos. Luego, regálese asimismo todo lo que está en la lista. Usted también puede reconocer que eso que ama de alguien es igual de verdadero en usted. Luego permita que le llene para que sea expresado en su vida.
15. Moverse honestamente.
Practique actuar y responder honestamente. Reír, llorar, gritar, y hablar según lo que es genuinamente verdadero para usted en cada momento. Volver a ser un niño; Actúe en total sinceridad con sus sentimientos. No permita que las creencias la comprometan. Por ejemplo, abandone una habitación limpiamente sin manipular a aquellos que abandona con una excusa educada. Viva su verdad sin darse explicaciones a usted mismo.
Pida lo que quiere, incluso aunque pueda sentirse atrevido o abochornado. Las personas no saben lo que usted quiere hasta que se lo pide. El acto de preguntar es una confirmación de la conciencia de que usted merece tener lo que desea. Si los otros son incapaces o reacios para avenirse a su petición, entonces dese eso que pide usted a si mismo.
17. Conciencia de si.
Identifique que quién hay delante de usted es usted. Más allá de todas las apariencias y las personalidades está el ser de bondad, que es usted. Recordar su presencia en todas las formas le traerá inmediatamente al momento presente, en el respeto de la plenitud interior de ese lugar. La persona ante usted es una oportunidad para conocerse asimismo. El corazón desbordado de amor y gratitud, humildemente diciendo “Oh sí, esta persona o situación están aquí para que yo pueda aprender quién soy”.
Durante veinticuatro horas, deje de buscar afuera para afirmarse. Del otro lado resultará la experiencia de la gratitud.
Si desea ver quién no es, mírese en un espejo. Úselo solo una vez al día. ¿Quién sería sin su espejo?
20. Más allá de la justificación.
Comience a advertir cada cuánto da aclaraciones o se justifica a si mismo, sus palabras, acciones, sus decisiones, etc.
Las críticas son una oportunidad increíble para crecer. He aquí algunos pasos sobre cómo recibirlas y aprovecharse de ellas. Cuando alguien le diga que está equivocado, horrible, negligente, etc., Diga, ” Gracias, ” ya sea en su mente o en voz alta a esa persona. Este pensamiento inmediatamente le coloca en un espacio donde podrá disponer de oír y usar la información de un modo que le puedan servir. Tras la crítica, pregúntese,”¿Me duele?” Si la respuesta es “sí,” entonces es que alguna parte de usted también cree en ella. Saber esto le da la oportunidad para corregir esa parte que encuentra inaceptable dentro de usted mismo. Si quiere dejar de ser vulnerable a las críticas, entonces enmiéndelas. Este es el último poder para dejar ir todo concepto. Ir desprotegido significa que ya no podrá ser manipulado porque no habrá un sitio donde las críticas puedan adherirse. Eso es libertad.
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